Jaime Camil,actor y cantante
El Deber.com.bo Santa Cruz Sociales Rildo Barba
22/04/2010
Alguien me dijo que iba a entrevistar a un tipo pesado, uno de esos actores que se creen lo máximo, pero no fue así. Charlar con Jaime Camil fue como conversar con un amigo de años. El intérprete de ‘Don Fernando’ en La fea más bella resultó ser muy parecido a su personaje, casi el mismo de su rol en Las tontas no van al cielo. “Es que a la gente le gustó tanto, que yo dije: ‘¿para qué cambiarlo?’”, explicó el mexicano, que, tal como lo vimos en la televisión, habla a mil por hora. “Es que soy hiperactivo. Cuando era chico y viajaba en avión, para no pasármela corriendo de la cabina al baño 70 veces, mi mamá me daba medio Valium. ¡Así me quedaba quieto media hora!”.
- Por lo que veo, vos no actuás. Al menos no lo hiciste en ‘La fea’, en ‘La tonta’ ni en Los exitosos Pérez…
- Excepto en ‘Los Pérez’, ahí sí que hay una diferencia (por uno de sus roles, donde actúa de homosexual). Pero fíjate que en lo que más hago, que es teatro y cine, sí hay una diferencia muy marcada de los personajes que hago. Por ejemplo, he hecho a un revolucionario de la época de Zapata, he sido el dueño de un casino clandestino, un revolucionario en contra del régimen castrista… En el cine y teatro he tenido más diversificación; en televisión quise quedarme con las características del galán de La fea más bella y aumentarle otros matices para hacer al cirujano estético de Las tontas no van al cielo. No soy idiota para compararme con Tom Hanks, pero él hizo 14 comedias románticas con el mismo personaje. Te puedo dar ejemplos más actuales, Ben Stiller, Adam Sandler… Cuando tienes algo que le gusta a la gente no hay que limitarlo.
- ¿Qué tal tu rol de homosexual en Los exitosos Pérez?
- Fue bien aceptado por todo el mundo, quitando el detalle de la edición del beso que se da mi personaje con su pareja. Me molestó un poco porque creo que no se vale bloquear el proceso actoral; aparte que no fue una situación denigrante, no era una escena de cama, simplemente fue un piquito en la boca de los personajes para dejar claro al público cómo se llevan. Para mí era muy importante esa escena, pero bueno, yo estaba contratado como actor, no soy productor ni tenía acciones en la televisora, así que acaté las instrucciones que tomaron. Pero fíjate que es muy ‘simpático’ ver en la televisión latinoamericana a mujeres con aceites, en biquinis, con tangas, con la cámara por abajo tomándoles sus partes… Lo muestran los sábados a las 9:00. Pero un besito de hombres… Es una pena que todavía, a estas alturas, cuando hay tantos modus vivendi, tipos de religiones y preferencias sexuales, haya mucho oscurantismo.
- ¿Mojigatería?
- Sí, porque yo no estoy de acuerdo con que una pareja heterosexual esté en un restaurante incluso metiéndose hasta la lengua en los oídos a la vista de todos. Creo que hay lugares y momentos para todo.
- ¿Qué preferís: el cine, la televisión o el teatro?
- El teatro musical. Lo que pasa es que a mí me gusta cantar; hace poco lancé mi tercer disco y gracias a Dios me fue muy bien, llevamos como 90.000 copias vendidas sin siquiera hacer promoción, porque no he tenido tiempo para eso.
- Tu papá es millonario, ¿por qué quisiste estar en este mundo, partiéndote el lomo trabajando, en vez de disfrutar de tu fortuna sin hacer nada?
- Porque mi mamá me pasó a través del cordón umbilical el gusto por ser artista; ella es pintora. Además, yo creo que uno tiene que buscar la felicidad.
Yo no quería de la vida la comodidad económica, siempre fui muy subversivo, entonces tenía eso en la sangre. Un día, cuando era novio de Thalía, le dije a mi papá que quería hablar con él. Él pensó que le iba a decir que Thalía estaba embarazada. Cuando le dije: ‘Mira, voy a ser artista; tú me has dicho que por mi trabajo tengo que sentir la misma satisfacción que tiene un niño por sus juguetes’. Entonces, feliz, me dijo: ‘¿Es eso? ¡Hazlo! Por si acaso, él nunca me ayudó económicamente, nadie me compró la carrera. A mí los productores me cerraron la puerta en la cara, como a cualquier otro.
- ¿Qué te falta, Jaime?
- Me gustaría muchísimo trabajar en Estados Unidos. Es algo que no me quita el sueño, no me voy a tirar de un edificio si no se cumple esa meta, pero es algo que quiero hacer.
- ¿Te gusta el cine hollywoodense?
- Depende, porque en todas partes hay buen y mal cine. Sin embargo, creo que el cine de allá no se puede comparar con el latinoamericano. Yo leo mis guiones, no agarro cualquier cosa.
- ¿Cuándo te vas a casar?
- No lo sé. Si lo decís porque hace poco cacharon a mi novia (Heidi Balvanera) probándose vestidos de novia, eso fue porque le iban a tomar unas fotografías para una revista.
¿Quién es él?
Es el único hijo del matrimonio que una vez conformaron el prominente empresario mexicano Jaime Camil Garza, de ascendencia egipcia, y la pintora brasileña Cecilia Saldaña Da Gama.
Estudió administración de empresas en la Universidad de Anáhuac. Su carrera en los medios comenzó con trabajos para la radio, fungiendo en el año 1993 como locutor de radio. En 1996 tuvo otra oportunidad para tener su propio espacio en la televisión, esta vez en Qué Nochecita con Jaime Camil. En 2000 hizo su primera telenovela, Mi destino eres tú, junto a Lucero. “La verdad es que no sé por qué estuve en ese proyecto. Nadie vio esa novela, ¡creo que ni la misma productora!”, bromeó. Lleva cinco melodramas y 15 películas en su haber. A Santa Cruz llegó para promocionar Regresa, comedia romántica que se estrenó anoche en el Cine Center.
Fuente: El Deber.com.bo
Posteado por Jisela
Lun Abr 26, 2010 3:39 pm
